Estoy de pie al borde del mar, una nave a nuestro lado despliega sus blanca velas ante la brisa de la mañana y se dirige hacia el azul de océano. Es un objeto de gran belleza y fortaleza. Me paro y lo observo hasta que al final, cuelga como una mota de nube blanca justo donde el mar y el cielo se mezclan entre sí. Entonces alguien a mi lado dice:
«Ya está, ya se ha ido»…… ¿Se ha ido? ¿a donde?
Ha desaparecido de nuestra vista, eso es todo. Su casco, sus velas y sus mástiles son igual de grandes que cuando se alejó de nuestro lado y tienen la misma capacidad de portar su carga de vida hasta el puerto de destino. Su disminuido tamaño es una apreciación nuestra y no existe en realidad. Y justo en el momento en que alguien nos dice «ya está, ya se ha ido» hay otros ojos que la ven venir y otras voces listas para gritar con todas sus fuerzas las palabras de júbilo «Ya viene! ¡Aquí llega!» …….. Y esto es morir.
El cariño y la cercanía que han sentido Alfonso y su mujer en estos últimos meses de la gente del club demuestra que esto es algo más que un club de golf. Gracias a tod@s los que lo habéis hecho posible.
Estoy de pie al borde del mar, una nave a nuestro lado despliega sus blanca velas ante la brisa de la mañana y se dirige hacia el azul de océano. Es un objeto de gran belleza y fortaleza. Me paro y lo observo hasta que al final, cuelga como una mota de nube blanca justo donde el mar y el cielo se mezclan entre sí. Entonces alguien a mi lado dice:
«Ya está, ya se ha ido»…… ¿Se ha ido? ¿a donde?
Ha desaparecido de nuestra vista, eso es todo. Su casco, sus velas y sus mástiles son igual de grandes que cuando se alejó de nuestro lado y tienen la misma capacidad de portar su carga de vida hasta el puerto de destino. Su disminuido tamaño es una apreciación nuestra y no existe en realidad. Y justo en el momento en que alguien nos dice «ya está, ya se ha ido» hay otros ojos que la ven venir y otras voces listas para gritar con todas sus fuerzas las palabras de júbilo «Ya viene! ¡Aquí llega!» …….. Y esto es morir.
El cariño y la cercanía que han sentido Alfonso y su mujer en estos últimos meses de la gente del club demuestra que esto es algo más que un club de golf. Gracias a tod@s los que lo habéis hecho posible.