Queridos amigos del Foro 2000,
¡Qué jornada la de ayer! Una vez más, vivimos nuestra ya tradicional Ryder Cup, que este año celebraba su quinta edición, y lo hicimos como más nos gusta: con buen humor, espíritu competitivo, compañerismo… y, por supuesto, con el cielo poniendo a prueba nuestra pasión por el golf.
La mañana comenzó con una amenaza de lluvia, pero los primeros 9 hoyos nos regalaron un tímido sol que se dejaba ver entre las nubes, animándonos a desplegar nuestro mejor golf. Tigres y Osos peleaban punto a punto, golpe a golpe, decididos a levantar el trofeo y presumir de bragging rights durante todo el año.
Pero, como si el mismísimo cielo quisiera sumarse a la batalla, de repente se abrió el grifo y el agua cayó con fuerza. Los más valientes siguieron jugando —¡chapó por ellos!—, mientras que otros (más prudentes o menos equipados ) buscamos refugio donde pudimos. Al fin y al cabo, no todos llevábamos la ropa de lluvia a mano.
Ante las circunstancias, los capitanes de ambos equipos tomaron la sabia decisión de dar la jornada por empatada. La copa de la Ryder lucirá orgullosa con dos placas de “equipo ganador”, símbolo perfecto del espíritu que nos une: amistad, deportividad y la promesa de que el próximo año volveremos a la carga.
La comida posterior fue, como siempre, un momento de auténtica camaradería. Entre risas, anécdotas, brindis y bromas (algunas mejores que otras ), disfrutamos de una comida de fraternidad generosamente ofrecida por el club, a quien agradecemos de corazón su apoyo.
Y, por supuesto, no podía faltar la sobremesa de Mus, ese clásico tan nuestro. Este año quedará para el recuerdo la histórica derrota de Bellido por 4-0, después de anunciar a los cuatro vientos que iba a dar un “clinic gratuito de Mus”. ¡Gracias por el espectáculo, maestro!
En definitiva, gracias a todos por hacer posible un año más esta jornada tan especial. Gracias por vuestra participación, vuestro buen humor y por mantener vivo el espíritu del Foro 2000, ese que nos hace disfrutar tanto dentro como fuera del campo.
Hasta el año que viene, amigos.
Las espadas quedan en alto… y las risas el el buen golf, garantizados.
Aquí los Tigres:
Y aquí los Osos:
